Argentina produce algunos de los vinos tintos más emocionantes del planeta. Hay ejemplos que muestran de lo que es capaz el país, y no todos son Malbec…
Analizando los mejores vinos rojos de Argentina
Para la mayoría de nosotros, lo más probable es que Argentina signifique Malbec. Aunque la variedad de uva proviene de Cahors, en el suroeste de Francia, y una vez fue importante en Burdeos; ahora está intrínsecamente asociada con Argentina, que produce las tres cuartas partes del Malbec del mundo.
Una combinación de condiciones casi perfectas para el cultivo de las vides. Una revolución en la calidad y precios atractivos significan que el país ahora disfruta de un dominio del mercado para la variedad que ha definido su reputación, para los amantes del vino tinto. Argentina ofrece mucho más que simplemente Malbec.
Bonarda es la segunda variedad más plantada del país, y los vinos honestos y exuberantemente afrutados están cada vez más de moda.
Em el tercer lugar tenemos al Cabernet Sauvignon está creciendo rápidamente, el número de vides plantadas se sextuplicó en un par de décadas.
El vino Syrah que está en ascenso aún más rápido, aunque desde una base más baja. Podría decirse que lidera la manada el Cabernet Franc; que se ha adaptado al terruño único del país con aplomo.
Mendoza, la productora estrella de Argentina
Mendoza es la región productora de vinos más grande y famosa de Argentina. Sus mejores subzonas que se abren en abanico hacia las estribaciones de los Andes. Históricamente, los más famosos han sido Luján de Cuyo y Maipú.
Aunque el Valle de Uco, un poco más al sur, ha estado captando más atención con sus sub regiones de gran altitud. Ej: Gualtallary y Altamira, consideradas como los grandes crus de Argentina.
En el Valle de Uco, una comprensión adecuada de los microclimas y una apreciación mucho mayor de los suelos pedregosos; ha llevado a una nueva raza de Malbec premium. Iniciada por Nicolás Catena Zapata que estuvo a la vanguardia de la carga hacia las montañas.
Producciones que superaron las alturas y las espectativas
En la región más septentrional de Salta, las vides se elevan aún más hacia los cielos, con la subzona de Cafayate comenzando alrededor de los 1700 metros, mientras que en Molinos, Colome Estate’s Altura Máxima reclama el récord del viñedo más alto del mundo con 3.111 metros.
Se cree que el advenimiento de estos vinos de gran altitud y el cambio radical asociado en la calidad han hecho que sea mucho más difícil definir el Malbec argentino y sus mezclas en términos más generales.
La altitud se presta a la elaboración de vinos orgánicos y entre los ganadores de la medalla de oro en los premios IWSC se encontraba Reserva Organic Fairtrade Malbec 2018 de Bodega Argento Estate, del pueblo de Agrelo en Luján de Cuyo, célebre por sus suelos arenosos y considerado por algunos como el histórico “cuna del Malbec”.
Las medallas se extienden reflejando tanto la verdadera diversidad del país como su potencial
Por suerte, las medallas se extienden mucho más allá del Malbec y reflejan tanto la verdadera diversidad del país como su potencial. Como para subrayar el punto de que Argentina ofrece mucho más que Malbec, el ganador del trofeo en un reconocido concurso fue un Cabernet Franc, de viñedos cultivados a 1.350 metros en Gualtallary.
Altaluvia Cabernet Franc 2018 fue descrito por los jueces como “como flotar en un río lánguido de fruta negra vibrante, con embriagadores florales especiados en el aire y piedra húmeda que brilla por todas partes”.
