En el mundo ha aumentado exponencialmente la cantidad de personas que optan por no comer carne animal ni derivados de los mismos. Una de la problemática que esto conlleva es que muchos, desde la ignorancia, no han encontrado alimentos ricos de “sabor” en las comidas veganas.
De los creadores de “seguro vivís a lechuga y tomate” y “las legumbres no funcionan, es un cuento” llegó el “si no es de carne no es hamburguesa sabrosa”. Y es que, en realidad en un montón de casos, hay algo en lo que están acertados. Y es que no siempre lo que se come es rico y de disfrute.
Alimentación consciente como estilo de vida
Bueno bonito y barato. La idea de la alimentación consciente es algo por lo que se viene luchando desde hace décadas en la nutrición. ¿Qué mejor que la educación alimentaria para entender como combinar los alimentos para que tengan sabor y nutrientes?
Y cuando se habla de alimentación consciente no es erradicar la “comida chatarra”. Al contrario. Es entender cual es la mejor opción dentro de eso que tanto nos gusta y que no entendemos el porqué. Cuando vas al supermercado ¿de cuantos productos miras la etiqueta en la que figuran los ingredientes? De hecho, partiendo por la base, ¿sabes leer y entender qué es “sano” y que no?
Muchas de las marcas más reconocidas a nivel mundial contienen en sus productos sustancias que si bien no son ilegales, no son sanas ni recomendadas. Pero frente a la ignorancia a la cual está sometida la sociedad, es muy difícil poder abordar esta problemática. ¡Y todo esto sin tener en cuenta los problemas económicos!
¡Ejemplos de comida vegana que sí!
Un ejemplo de lo que sí, es Orwell. Una nueva marca de premezclas que está realizada a base de plantas, es sin TACC, kosher, vegana, sin conservantes, sin saborizantes y, sobre todo, muy sabrosa. Contiene todos los productos naturales deshidratados. Justamente por eso es que se recomienda. Este producto lo podés encontrar en dos variedades. Lentejas y garbanzos.
¿Lo mejor? Está pensado exclusivamente para quienes no tienen tiempo o no tienen ganas de ponerse a cocinar por muchas horas seguidas. En tan solo siete minutos tenes un alimento nutritivo, sano y económico.
¿Cómo cocinar Orwell?
Le echas la misma cantidad de agua que de producto (premezcla), lo revolves, dejas actuar siete minutos ¡y listo! Le das la forma que más te guste y lo cocinas. Al horno, frito, en la sartén o de la manera que más te guste comer. Hace como la ANMAT y a probar.
Como falafel, como hamburguesa, como salchicha, para masa de tartas o lo que se te ocurra. Lo mejor que podemos hacer los humanos frente a la cocina es usar la imaginación, y no solo para preparar platos de comida vegana. Variar los colores y agregar todos los nutrientes que necesitamos para mantener con pilas al motor que nos tiene en vida. No solo el cuerpo, sino la mente. Hemograma aprobado, neuronas felices.