California esta en camino hacia una industria del vino más sustentable. El compromiso requiere una mejora continua en las puntuaciones de las prácticas agrícolas y de producción. Desde la aplicación de productos químicos, el paso del tractor por el viñedo hasta el uso de energía y agua en las bodegas.
Bodegas reducen el peso de las botellas de vino: Envases y huellas de carbono
Los representantes de cuatro de los productores del estado se están tomando muy en serio volverse ecológicos. Describieron los intrincados esfuerzos para minimizar el impacto negativo de la industria en nuestro clima cambiante y la salud de la tierra.
El precio ecológico que se paga al embotellar con vidrio proviene, en primer lugar, del peso de las botellas: una botella de 750 ml. pesa alrededor de 500 gramos vacía. Algunas bodegas intentan solucionar este problema utilizando botellas ligeras y livianas, pero incluso éstas pueden llegar a pesar mas un kilo cuando están llenas.
Se sabe que para toda industria en el mundo uno de los mayores problemas es el embalaje. El empaque representa del 30% al 40% de la huella de carbono de un vino. Abordando este problema, la bodega Wente de California ha reducido el peso de la botella de su Louis Mel Sauvignon Blanc ampliamente a solo 405 gramos.
La mayoría de las botellas pesan alrededor de 500 gramos y muchas alcanzan los 900 gramos, si no más. Wente llama a la iniciativa de bajar el peso de las botellas de vino, alivianarlas.
De manera similar Jackson Family Wines ha tenido un impacto significativo con un pequeño movimiento de empaque, reduciendo el peso dela botella de sus vinos.
Reducir el vidrio de 510 gramos a 454 gramos ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 2% y un 3%.
Katie Jackson, Vicepresidenta de responsabilidad social, de Jackson Family Wines
El objetivo de Jackson Family Wines es reducir su producción de carbono a la mitad para 2030 y ser carbono positivo para 2050. Esto se verá impulsado por un mayor “peso ligero”, así como por la introducción de vehículos eléctricos, además del cambio de transporte marítimo o por rutas al ferrocarril.
De criaderos de lombrices a Bodegas verdes y ecológicas en California
Bajo el amplio paraguas de O’Neill Vintners & Distillers, las herramientas están a la orden del día, como 5000 paneles solares y el criadero de lombrices más grandes del mundo para obtener una materia orgánica de la mas alta calidad.
Posee una planta activa de tratamientos de aguas, capaz de filtrar más de 4,5 millones de litros de agua al día. Toda el agua de los desechos industriales, se neutraliza, para luego re utilizarla para riego.
Jeff O’Neill, fundador y CEO de la marca, clasifica la responsabilidad social como igual en importancia que la responsabilidad ambiental.
Las conversaciones periódicas con el personal de la viña, durante las cuales la gerencia ofrece soluciones a los trabajadores en lugar de al revés, llevaron a un empleado a comentar: “Siempre me sentí valorado, pero ahora me siento escuchado”.
En Silver Oak en Alexander Valley de California se asumió el deseo de David Duncan, CEO de la firma, de “construir la bodega más ecológica del mundo a escala comercial”. A través del Living Building Challenge planteado por el International Living Future Institute con sede en Seattle.
La certificación que logró Silver Oak no solo requiere cumplir objetivos difíciles, como usar solo materiales considerados seguros para todas las especies a través del tiempo.
Silver Oak genera el 107% de sus necesidades de energía y también amplía el desafío a la equidad. Apoyar un mundo justo y equitativo y la belleza de celebrar el diseño que eleva el espíritu humano.
