Porque modificar la naturaleza si queremos de ella los mejores resultados, porque no dejar que se exprese por sí misma y busque su propio equilibrio. El trabajo artesanal de una finca remite a un pasado cuando las viñas convivían con arboles frutales, olivos, animales y cultivos, ese pasado hoy se conecta con el futuro de la vitivinicultura mundial, la diferencia por un ecosistema mejor.
Según la estadística del Instituto CCCA (Charlas de Café y Cenas con Amigos) del millón de ideas que surgen en estas reuniones solo el uno por ciento alcanza la realidad.
Esta es la historia de dos amigos que diez años atrás vieron un nicho, un mundo que esperaba ansioso ser descubierto.
Juan: Nosotros somos apasionados del vino, empezamos a hacer degustaciones a puertas cerradas en mi casa de Palermo cuando ese concepto recién estaba naciendo. Soy licenciado en Ciencias Ambientales y ya veía que empezaban las ferias sustentables y orgánicas así que le propuse a Panchi unir las pasiones.
Pancho: Hacíamos unas reuniones muy informales entre conocidos y amigos donde maridábamos distintos platos con diferentes vinos y siempre metíamos uno orgánico para algo distinto y cuando mi socio me dijo vamos a hacer una feria de vinos orgánicos mi respuesta fue muy clara, los únicos que tomamos vino orgánico en Argentina somos vos y yo, o sea no hay chance, insistió y le dije dame una semana si consigo 6 o 7 bodegas la hacemos. Me acuerdo que lo llame a los 3 días y le dije Juancito tengo 9 bodegas para firmar confirmadas.
Juan: Juntamos 10 bodegas fue convencerlas que iba a venir gente y convencer a la gente que iban a venir las bodegas y lo logramos porque estábamos convencidos nosotros. La verdad que fue un éxito, sobrepaso las expectativas, la hicimos en un centro cultural que ya no existe. De ahí en más el sector fue creciendo y nosotros acompañando o siendo parte así que felices.
Pancho: La gente se engancho en la primera feria fueron 150 personas de las cuales 50 eran amigos, conocidos, familia y al año siguiente apostamos por algo más grande y fuimos a la Botica del Ángel un centro cultural enorme, un lugar imponente y se sumaron más de 20 bodegas, algo había, había un publico con ganas de conocer algo más allá del vino, una historia, un varietal, una región sino la forma de compromiso de como hacer ese vino y las bodegas estaban buscando esa gente que valore su trabajo.
Hoy estamos en el Marriott con 40 bodegas, más de 100 etiquetas, más de 500 personas por día donde esa gente sigue exigiéndole a las bodegas algo más y las bodegas están contentas por hacer algo más y contar algo. Es un placer decir, hay más locos en este mundo, cada vez los vinos están mejores desde el gusto, la propuesta, la elegancia todo sumado a un compromiso donde la gente también tiene otra vibra con ganas de conocer y disfrutar.
Estos proyectos han llamado la atención porque están enmarcados en la filosofía orgánica y biodinamica que más allá de una definición hablan de un estilo de vida.
Juan: Yo soy ambientalista de profesión y vocación siempre digo que mi mayor logro es que Pancho se vuelva más fanático que yo, acá la idea es que vengan a tomar un vino pero que entiendan que hay un montón de cosas más, hoy hubo récord de ONG concienciando la gente se engancho haciendo frases, trivios hablando con las bodegas que te cuentan todo lo que hay detrás con los orgánicos, es un orgullo y una felicidad enorme que también la gente disfrute porque la idea es que cada vez sea más la norma y no la excepción ser orgánico, debería ser todo así.
Pancho: La ventaja que tiene esto es que vamos por algo rico, bueno, que te haga bien y que le haga bien a la tierra y a los que la trabajan, es un compromiso continuo, nuestra generación decía que haces para no dañar el medio ambiente la generación que viene es que haces para mejorar el medio ambiente, eso se va contagiando y al mismo tiempo disfrutando con una copa de vino de altísimo gama que tiene ese compromiso con la tierra y con la uva.
El vino como herramienta de comunicación
Como dos volantes creativos ambos son los encargados de generar juego, su función es dejar mano a mano a las bodegas frente a los consumidores.
Pancho: Yo les digo a las bodegas que van a conocer un publico distinto que los va a escuchar, va a querer saber que están haciendo y que va a ser muy exigente con el vino que le ofrezcan, osea no traigas el que haces mas fácil trae el que te cuesta, el que realmente vos querés que la gente conozca y disfrute.
Me gusta también cuando empiezan a preguntar tal bodega va y que llevan, que presentan y bueno si ellos van con ese nosotros vamos con este y así juegan entre ellos y la verdad que es muy lindo porque hay como una competencia un motivarse. Esa es la gran ventaja y nuestro gran sueño todos queremos mostrar lo mejor que tenemos y lo mejor que tenemos es orgánico porque nuestra uva sabe mejor.
Juan: Cuando dicen que el vino une es verdad, desde la primer feria nosotros le donamos el 10% de las ganancias a la Fundación Espacio Verde y hoy nos decían que la gente al principio estaba tímida pero después con un par de copas empezó a hacer preguntas de sustentabilidad y eso es hermoso que busque lo orgánico, esta bueno sentirse para de eso es la mayor felicidad, ver risas de gente feliz compartiendo eso también es sustentabilidad porque no solo es cuidar la naturaleza es cuidar a las personas para que haya una integralidad y respeto mutuo.
Diez años después todavía le quedan balas en la cartuchera a este par de amigos y aprovechando que veinte años no es nada, le pregunto hacia donde se dirigen sus miradas.
Pancho: Mi gran sueño es que la gente pregunte porque no sos orgánico porque tu vino no es orgánico que cada vez seamos más los orgánicos y que el problema lo tengan los que no lo son.
El cuidado ambiental es una tarea cotidiana
Juan: Algún ambientalista dijo que las luchas ambientales a veces se creen ganadas pero hay que darlas todos los días, ahora parece que explotar los recursos naturales están bien y eso es algo que quedo en el pasado. No se puede tomar un vino o cualquier producto que esta hecho con algo que contamina, con gente que la paso mal ese producto no tiene sentido en la mesa, no es humano.
Hay que llevar mas humanidad a la economía, al consumo, al sistema, todo esto de acercar las bodegas a los clientes es para que sepan que hay un montón de cosas detrás hay una historia, gente, un terroir, un ambiente, una cultura acá hubo gente mucha de Mendoza, de Jujuy, La Rioja, de Patagonia todo esto es para conectarnos con la humildad del otro.
Queda claro que todo esto es mucho más que vinos, es transitar dejando huella en el otro, hagamos que esa huella sea un camino mejor al que encontramos.