Su apellido está escrito en el corazón de la vitivinicultura de este país y más allá de sus fronteras, Walter Bressia carga con mas de 40 cosechas sobre el ancho de sus hombros, gran parte de esa historia fue en la bodega Nieto Senetiner donde consiguió el reconocimiento de toda la industria.
En un momento la vida lo puso frente a una decisión, de esas que te marcan el futuro, ya que somos las decisiones que tomamos, no es fácil salir de nuestra zona de confort, las certezas son pocas y la incertidumbre crece, fue justo ahí donde este enólogo mendocino puso en valor todo su coraje más una dosis de locura para saltar hacia lo nuevo, así llegó Viniterra, un proyecto ambicioso con altas expectativas para elaborar vinos de alta gama.
Bressia “Casa de Vinos”
Los principios rara vez son claros y esa experiencia quizás no le resulto amable, pero el destino fue haciendo el camino hacia la fundación de su propia bodega Bressia “Casa de Vinos” en el año 2003 en la zona de Agrelo, Mendoza.
El concepto de grupo familiar se basa en lazos sanguíneos pero la familia Bressia se encargo de agregar lazos de pasión por el vino, donde hay lugar para reír, jugar y amar todo sostenido en pilares como la verdad y el compromiso.
Con la motivación de que sus hijos y su mujer, la capitana de todo clan, sean parte activa de esta bodega dueña de un portfolio para jugar en la Champions League, una grappa, un espumante y las lineas Monteagrelo, Lagrima Canela un blend de Chardonnay y Semillon que es una arma de seducción letal, Piel Negra un Pinot Noir al estilo de su creador, Profundo, Conjuro y Ultima Hoja el Top de la bodega, joyas que descansan en una cava subterránea con 340 barricas.
Primera Edición de La Feria del Distrito del Vino
En el marco de la Mega Feria del Distrito del Vino en la plaza de Devoto tuvimos la oportunidad de dialogar con Walter Bressia quien nos dejaba su impresión sobre esta experiencia, algo que no se acostumbra aquí en CABA:
La verdad es que venia con expectativas pero me ha sorprendido gratamente la cantidad de gente que se acerco a los stands, con el orden que esta funcionado y la posibilidad de mostrar el vino que cada bodega hace a tanta gente, la verdad que la experiencia es altamente positiva, me encanto.
Hay una situación ambigua en el mundo del vino, cada vez mas crece el interés por esta noble bebida mientras que las estadísticas nos dicen que el consumo per cápita va en disminución, sobre esto, este conocedor de la industria nos decía lo siguiente:
Es ambigua como decís, es un tema cíclico pero esto se va a revertir, siempre en el vino hemos tenido estos altibajos, hay segmentos de vino que están creciendo en el mercado mientras otros están cayendo, es algo cíclico muy ligado a la situación que esta atravesando el país. El vino al no ser un articulo de primera necesidad debido a la situación económica queda lejos de las prioridades, pero un evento como este abierto al publico muestra que el interés del consumidor esta puesto en el vino, el consumo no se da por estos factores que son externos al vino pero en algún momento se van a revertir.
Así como las canciones toman vuelo propio y dejan de ser de sus autores para pertenecer a la gente, una botella del vino sigue el mismo camino, sobre esta magia Walter nos comparte con voz firme y brillo en sus ojos:
Yo creo que cada uno tiene su momento y cada uno despierta al vino o lo disfruta, si es por primera vez despierta en ese momento y si no es por primera vez uno se imagina el momento que va a vivir con ese vino que abra, yo creo que en la mística, en ese misterio detrás de una etiqueta que uno mismo genera es lo que lo hace una bebida atractiva. Cada momento es diferente y eso es lo que hace de un vino que sea algo original, por eso hoy decía en la charla, hay que enamorase del vino y tratar de de disfrutarlo desde cualquier situación.
Y si el vino lo hace gente como Walter Bressia sera fácil enamorarse del amor de un hombre que transforma la vid en vinos elegantes con identidad propia, esos vinos que una copa invitan a la otra dejándonos momentos que son parte de nuestra vida. Siempre sostengo que la vida son momentos y hay un vino para cada uno de ellos.