La provincia de San Juan es testigo del paso del viento y la bendición del sol, cuna de próceres como Domingo Faustino Sarmiento y mitos populares como la Difunta Correa, es una ciudad joven que tuvo que ser reconstruida después del terremoto de 1944.
Este es el lugar elegido por Ezequiel Eskenazi Storey para llevar a cabo una película fantástica
En el año 2002 la Bodega Xumek saca sus primeros vinos un Syrah y un Malbec que participaron en ese momento del concurso Catador donde venían los críticos más importantes de Europa y Estados Unidos, sacamos Medalla de Plata con los dos vinos.
La finca la iniciamos en el Valle Zonda porque yo estuve recorriendo un año y medio todo San Juan para encontrar un lugar donde hacer viñedos de alta calidad, me parecía que la provincia lo merecía y así encontramos un terreno totalmente virgen que para muchos era solo un pedregal pero que resultó ser un muy buen terroir para las primeras vides que vinieron desde Europa, así empezamos alimentados por las ganas y la pasión por hacer vinos especiales que realmente se diferencien.
A partir de ahí empezamos a manejar mucho el tema del viñedo, compramos tanques y elaboramos en bodega de terceros con Daniel Ekkert que es nuestro enólogo que conocía muy bien el terroir.
Un lienzo con esencia de naturaleza
Las potentosas montañas anticipan valles como riquezas de la naturaleza, allí donde no hay camino alguno solo una quieta soledad, se presenta un lugar apacible donde puede que no haya nada por descubrir o todo lo contrario para aquellos que observan poniendo a jugar sus emociones, desde la montura de su caballo Ezequiel se encontró cara a cara con una gran desafió que presentaba dos caras, la de la gloria o tal vez la derrota.
Después de unos años trabajando en Santa Sylvia que está a 80O msnm, un día cabalgando cruzando el Valle del Zonda hasta el Tontal y Barreal conocimos un campo con vacas donde había una vertiente natural en el medio de la montaña a 1.500 msnm y a 25km de nuestra primera finca, donde había solo un puesto de adobe con vacas y ahí me enamoré de ese lugar. Empezamos a averiguar un poco lo tenía una familia tradicional sanjuanina de hacia muchos años con muchos herederos y contra recomendación de la escribana pudimos finalmente juntar a todos y comprar ese terreno.
Comenzamos a estudiar el terroir, vino Roberto Cipresso un enólogo italiano a conocer el lugar y se quedó enloquecido, trajo a su ingeniero agrónomo que dijo que era un lugar único en el mundo por la calidad del suelo y el clima. A partir de ahí empezamos a trabajar con uno de los mejores geólogos y docentes de San Juan, hicimos cientos de calicatas y después de ese mapa geológico empezamos a traer de Europa, desde el viñedo de Rauscedo, clones de Malbec libres de virus que habían sido seleccionados por la Universidad de Davis, también un clon de Syrah elaborado por el INTA y los mejores clones seleccionados en Mendoza de Pinot Noir que con el tiempo fue dando una calidad fuera de serie, no dicho solo por nosotros sino por muchos enólogos mendocinos y de otras provincias, quedaron enloquecidos de hecho nos compraron muchas veces uvas para hacer sus vinos.
También contamos con un gran reconocimiento de Hugo Carmona que fue hasta hace poco un gran Vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura y que conoce todo el trabajo que venimos haciendo desde hace ya más de 25 años en San juan, había quedado maravillado con el resultado de todos los concursos que se hacen de vinos en la provincia y con las características de la uva.
Plantamos 50 hectáreas de viñedos a 1430 msnm y hace tres años plantamos unas micro parcelas que son tres hectáreas y media de Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc y algo de Chardonnay entre 1530 y 1570 msnm. Estamos en el medio de la precordillera con agua de vertiente, no teníamos electricidad no había nada, hicimos todo un trabajo por desnivel, se riega todo por gravedad y las micro parcelas que están mucho más arriba, hicimos algo bastante innovador con tres bombas solares y tres reservorios fuimos llevando el agua hasta allá arriba y eso también las regamos por gravedad, trabajamos la poda y este año hicimos una primera elaboración como experiencia que dio maravillosamente bien.
Construyendo identidad
Una Indicación Geográfica (I.G.) es una figura convocante como si fuera una vanidosa estrella del espectáculo y llegó a Finca La Ciénaga otorgada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura gracias al trabajo de la Bodega Xumek.
En Xumek ya hace cuatro años que en todos los vinos de altura la uva es pura y exclusivamente de Finca La Ciénaga, que es la que adquirió la IG un reconocimiento al trabajo de todo lo que se ha hecho sobre el viñedo, el suelo y el manejo del agua que es de una calidad increíble proveniente del deshielo que se filtra y por vaso comunicante sale por desnivel.
Esa es un poco la historia de La Ciénaga, seguimos trabajando el viñedo con los ingenieros agrónomos, de hecho Santiago Achaval está haciendo con esa uva de Malbec el Matervini uno de sus vinos, esa es una prueba que nuestra uva es de excelente calidad.
Una Indicación Geográfica (IG) implica un camino de una representación bastante exclusiva de un determinado lugar con determinadas características muy particulares, creo que ahora San Juan con esto de La Ciénaga, una IG en Calingasta y otra en Barreal marcan un trabajo muy consciente de hacer vinos que representen esos terroirs y creo que va a potenciar muchísimo la promoción de estos vinos porque una IG es siempre sinónimo de calidad y diferenciación.
Históricamente San Juan fue el hermano menor de Mendoza en la producción vitivinícola y juntos eran la imagen del vino en la Argentina, algo que dejó de verse en los últimos años ya que los sanjuaninos fueron cediendo terreno dentro del mundo del vino.
Yo creo que San Juan si bien tiene una condiciones agroecológicas excelentes no ha tenido una política de estado provincial de posicionamiento de sus vinos de alta gama y junto con eso los esfuerzos que hacen otras provincias como Neuquén, Mendoza, La Rioja, Salta hicieron que nosotros siendo la segunda productora de vinos quedamos un poco desdibujados en los últimos años Ahora hay varias experiencias de distintas bodegas con vinos excelentes que pueden competir a la altura de cualquier otro vino y con características muy particulares, creo que lo que hay que buscar es diferenciarse en calidad, carácter y personalidad, hay que integrarnos a las provincias y salir al mercado todos juntos con las variedades pero siempre como una gran equipo.
El emblema del Syrah sanjuanino herido en el último tiempo a la vista de los demás pero lejos de estar vencido espera su oportunidad para volver a los escenarios principales motivo por el cual le pregunto a Eskenazi qué lugar ocupa en la bodega
Yo creo que acompañó un movimiento mundial después del gran auge que tuvo el Syrah, por el bestial impulso que le dio Australia, en Argentina surgió como punta de lanza desde San Juan por la calidad de la uva por el clima y el suelo que acompañaban este varietal, para mi es muy interesante nosotros lo tomamos con muchísimo respeto y seguimos elaborándolo porque creemos que es un excelente vino. En el tema de los vinos hay mucho impulso por modas hay épocas donde el Pinot Noir fue explosivo y se denostó al Merlot y el Cabernet pasó a un segundo plano porque el Malbec fue ganando terreno y se instaló en E.E.U.U. y Europa como el varietal argentino por excelencia, pero yo estoy convencido que el Syrah va a volver a resurgir porque realmente se han hecho muy buenos vinos y nosotros seguimos apostando, de hecho vendemos muchísimo.
La Argentina juega entre sus cartas la oportunidad de crear vinos blancos de calidad mundial, por esto le consultó a Ezequiel su visión sobre estas cepas.
Nosotros siempre tuvimos una debilidad especial por el Chardonnay, Daniel Ekkert es un gran especialista en vinos blancos porque además son vinos que a él le gustan mucho en lo personal.
Nuestro Chardonnay que lo venimos celebrando hace años se ha vendido mucho en Estados Unidos, es excelente un vino con cuerpo, carácter, estructura con una sedosidad y cremosidad que siempre llama la atención. El terroir sanjuanino es maravilloso para este varietal y de hecho forma parte de nuestra línea de fauna, en las micro parcelas también hemos plantado media hectárea de Chardonnay para hacer vinos iconos. Los vinos blancos en su momento habían caído pero ahora están resurgiendo de hecho se está pagando la uva de Chardonnay casi al mismo precio que la de Malbec.
Un camino que se convertirá en huella
Desde su nombre Xumek, que significa sol en lenguaje huarpe, el tesoro de las montañas, la luz cegadora de un cielo libre de nubes y los animales que habitan la zona son hijos de la cultura de la tierra sanjuanina, cada elemento es parte de un todo en la cabeza de Ezequiel Eskenazi.
Es un proyecto integral siempre hablamos de vinos, conservación y arte dentro de un mismo paquete, todo lo que rodea los viñedos son miles de hectáreas de montañas y monte cuyano lo hemos transformado en una gran reserva natural privada, estamos reproduciendo guanacos y ñandúes para introducir en lugares diezmados por la caza furtiva. Se plantaron 50 hectáreas en altura de viñedos en La Cienaga, hemos plantado más de 10 hectáreas de monte nativo reproduciendo semillas del lugar de Algarrobo blanco y negro, Tuscas, Jarillas y como habrás visto las etiquetas de la linea Fauna toda autóctona.
Desde hace muchos años estamos trabajando para proteger la flora y fauna del valle, con respecto al arte yo siempre estuve relacionado gran parte de mi vida estuvo dedicada a la actuación y eso se fue transformando al tiempo en mi amor por el arte y por hacer buenos vinos, ahí es donde puse toda mi energía en los últimos 20 años
Esta es nuestra segunda producción en bodega propia donde hemos traído la mejor tecnología de Francia, las mejores vasijas todo lo mejor en lo tecnológico para acompañar el trabajo en el viñedo, alrededor de la bodega estamos haciendo un parque de esculturas con artistas argentinos consagrados a quienes se los lleva al lugar y proponen obras que les dispare el espacio del valle, ya tenemos dos obras concretadas y ya van 5 más, hay una gran expectativa con esto porque son todos brillantes artistas.
Nosotros queremos que la gente pueda ir tomar un exquisito vino estar en contacto con la flora y fauna del lugar rodeados de arte, ese es nuestro objetivo. También en la bodega estamos construyendo un restaurante que va a manejar Miguel Martín, salió mejor chef de Mendoza el año pasado, queremos tener menúes muy asociados a cuyo, las montañas, las carnes y verduras naturales que surgen de los alrededores. La idea es atacar los sentidos y que visitar la bodega Xumek sea una experiencia plena, te repito vino, conservación y arte ese el concepto de nuestro proyecto de vida
Todo quedará escrito en la tierra con el viento y el agua como arquitectos naturales torneando con arte a través de los siglos un valle donde la vista se funde con un horizonte impreciso de la cordillera del Zonda, este es el proyecto de Ezequiel Eskenazi Storey que va más allá del vino de los 100 puntos, busca dejar un legado para volver a ser un inmortal.
