La restitución de retenciones a las exportaciones vitivinícolas, propuesta por el gobierno del presidente Javier Milei, establece un aumento a tasa de retención del 0% (que tenía actualmente) al 8% a la exportación de vinos, una cifra menor en comparación con otros productos argentinos como la soja.
Esta decisión ha generado un clima de incertidumbre y preocupación entre los productores, ya que se produce tras un año desfavorable para el sector, con una disminución del 27% en las exportaciones de vino entre enero y noviembre de 2023, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Bodegas de Argentina, que representa a más de 250 bodegas en el país, lidera una campaña para pedir la eliminación de estos nuevos derechos de exportación. Argumentan que el vino agrega valor a la economía local y que los aranceles afectarán directamente a la rentabilidad de las exportaciones y aumentarán los costos. Además, destacan que estas medidas se suman a una situación ya desafiante, con una inflación del 140% y un umbral de pobreza que alcanzó al 40% de la población en 2023.
Reacciones del sector vitivinícola y el debate en el congreso
La devaluación del peso argentino en un 50%, realizada en el primer día de mandato de Milei, inicialmente fue bien recibida por el sector vitivinícola, ya que favorecía las exportaciones. Sin embargo, el aumento posterior de los derechos de exportación del 0% al 8% ha sido un golpe duro para la industria.
Milton Kuret, Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina, subraya que imponer impuestos en un momento de ventas decrecientes es contraproducente y solo causará más problemas. La campaña lanzada en redes sociales busca concienciar sobre cómo el aumento de los derechos afectará al sector y a la economía en general, y señalan que estos derechos solo aportarían unos ingresos de 60 millones de dólares al Estado, lo que representa menos del 0,005% del gasto público.
Queremos que nuestros vinos sigan siendo competitivos y puedan posicionarse en los mercados internacionales
Milton Kuret, Director Ejecutivo de Bodegas de Argentina
Impacto en la competitividad internacional y la calidad del vino
El sector vitivinícola, especialmente afectado por fenómenos meteorológicos adversos en 2023, que resultaron en uno de los rendimientos más bajos jamás registrados, ahora se enfrenta a una inflación paralizante y costes en alza. Los productores sienten que las medidas tomadas en Buenos Aires no reflejan los desafíos a los que ha enfrentado el sector en los últimos años.
El aumento propuesto en los derechos de exportación es visto como un desafío crítico para la industria vitivinícola argentina. Con los productores ya enfrentando una serie de obstáculos económicos, el impacto de esta medida podría ser significativo. David Kingsbury, socio de Stella Global Wine Brokers, uno de los principales intermediarios de Argentina, expresa su decepción, enfatizando que el sector del vino no debería ser visto como una fuente fácil de ingresos fiscales. Según Kingsbury, parece que las necesidades y realidades de Mendoza, el corazón de la industria vitivinícola argentina, son a menudo pasadas por alto en Buenos Aires.
Descenso en exportaciones y preocupaciones en la Industria Vitivinícola
Las bodegas argentinas, ubicadas principalmente en Mendoza y Salta, reportaron una disminución del 27% en sus exportaciones de vino entre enero y noviembre de 2023, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Asimismo, el precio promedio del vino exportado ha aumentado, impactando especialmente en los productos fraccionados, que ahora alcanzan un precio de US$4,23 por litro.
Ramiro Barrios, director de Comercio Exterior en Bodegas de Argentina y CEO de Clos de los Siete, opina que las medidas del Gobierno impactarán negativamente en la industria. El proyecto de ley busca equilibrar las cuentas fiscales, pero Barrios señala que, aunque el beneficio fiscal para el gobierno es de alrededor de US$60 millones, la industria, que emplea a miles y es vital para la economía, enfrentará desafíos significativos.
Por su parte, Arnaud Frésard, propietario de la bodega 3SAPAS, menciona que las retenciones representan una desventaja, afectando la competitividad y el valor agregado de la economía argentina en un mercado global. Enfatiza que la exportación de vinos fraccionados no es un negocio de commodities, sino una exportación de alto valor agregado.
El Malbec Argentino en la encrucijada: Calidad y competitividad en tiempos de incertidumbre
El sector se encuentra en un momento crucial, no solo debido a los desafíos económicos internos, sino también por la necesidad de mantener su competitividad en el mercado global. Los productores de vino argentino, especialmente aquellos que se especializan en Malbec, se esfuerzan por mantener la calidad y la accesibilidad de sus productos, aspectos que han sido clave en su éxito internacional.
Mientras la industria aguarda con expectación las decisiones del Congreso, el debate sobre los derechos de exportación del 8% se convierte en un tema central para el futuro de la viticultura en Argentina. La esperanza de una buena cosecha este año se ve opacada por la incertidumbre de las políticas económicas, poniendo en juego no solo la viabilidad financiera de las bodegas, sino también la reputación de Argentina como uno de los productores de vino más respetados del mundo.
